Reflexiones de Viernes Fabricio De los Santos

¡Viernes! Otra semana llega a su fin, pero las reflexiones se remontan al sábado anterior, naturalmente. Hace poco más de dos años, mi esposa y yo nos hemos acercado al Budismo, asistiendo a cursos fundamentales en México, participando en retiros y ahora, cruzando el charco, hemos asistido a nuestro primer encuentro con otra corriente budista. No entraré en detalles sobre las diferentes corrientes, ya que no es el propósito de este post. Aunque por ahora no me considero budista, y no sé si alguna vez me sentiré 100% budista o si elegiré otro camino, me atrae mucho el estoicismo, por ejemplo, a pesar de no compartir la creencia en los dioses. En fin, entre todas estas reflexiones, algo vino a mi mente:

¿Seré el único persiguiendo este tipo de indagaciones?

¿Alguien más se plantea estas interrogantes?

Si me apresuran a responder, diría que no.

Pero también he considerado que quizás otras personas se plantean cosas diferentes a las que se me ocurren a mí. No estoy hablando de preocupaciones comunes como “¿cómo llegaremos a fin de mes?” o “¿cómo repararemos lo que está roto?”, o temas de salud. Hay tantas cosas que ocupan la mente de las personas, convirtiendo cada mente en un universo propio.

En medio de estas reflexiones, pensaba en la importancia del “elefante rosa” en la mente de cada individuo. Es crucial prestar atención cuando alguien quiere compartir sus preocupaciones. A menudo, no buscan una opinión o una solución, sino simplemente desahogarse. Y, sorprendentemente, muchas veces encuentran la solución por sí mismos, o al menos una guía que estaban buscando.

Hace mucho tiempo descubrí mi gusto por escribir. Disfruto expresando mis pensamientos, inventando historias o contando hechos reales. Cada palabra que escribo es una idea lanzada al mundo, que puede ser interpretada por el lector, mejorada y devuelta a mí, o puede inspirar acciones en otros. Nunca sabemos hasta dónde puede llegar.

En mi libro “El Momento Perfecto”, hay un personaje que representa nuestro amigo interior, aquel que conoce todos nuestros pensamientos. Creo que debemos recurrir a él más a menudo para compartir y recibir ayuda. Es aquel que nos hablará con franqueza, pero también puede permanecer en silencio, llevándonos a reflexionar.

Por supuesto, tener un amigo real es aún mejor, pero si no es así, no olvides a tu amigo interior, aquel que siempre está presente. No te imaginas cuánto puede ayudarte.

Han ocurrido muchas más cosas esta semana, pero si tuviera que destacar algo, sería esto: si alguien necesita hablar, escúchalo; si necesitas desahogarte, hazlo; si sientes vergüenza, recuerda que siempre tienes a tu amigo interior.

Buen fin de semana, les mando un gran abrazo

Fabricio

Sigue mis redes @SimplementeFabricio